Desde hace ya varios años circulan una serie de leyendas urbanas sobre el papel que todos hemos oído en más de una ocasión, y que la mayoría de estos carecen de sentido. Por esta razón, a continuación se darán algunos datos que desmontarán todos estos mitos y que servirán para abrirnos los ojos sobre el papel.

MITO: La deforestación aumenta, estamos acabando con los bosques.
DATOS: El ritmo de deforestación global decrece. En Europa los bosques crecen.

MITO: España se está convirtiendo en un desierto.
DATOS: España es uno de los países del mundo con mayor incremento de superficie forestal.

MITO: Para fabricar papel, se destruyen bosques.
DATOS: Más papel = Más árboles.

MITO: Hay muchísimas plantaciones: están llenando España de eucaliptos.
DATOS: Las plantaciones para papel se hacen en terrenos baldíos y ayudan a preservar los bosques.

MITO: Las plantaciones son dañinas para el medio ambiente.
DATOS: Las plantaciones para papel son eficientes sumideros de carbono.

MITO: El papel no es una industria de países desarrollados.
DATOS: El 44% de la producción mundial, se concentra en Europa, EEUU y Canadá.

MITO: El papel es un producto del pasado.
DATOS: Los bioproductos renovables y reciclables, como el papel, son los productos del futuro.

MITO: Los consumidores ya no leen en papel.
DATOS: Según las encuestas, los consumidores quieren seguir utilizando el soporte papel.

MITO: Deberíamos consumir productos a granel para utilizar menos embalajes.
DATOS: Los embalajes de papel y cartón protegen el producto, dan información relevante  sobre él y sus características medioambientales son imbatibles.

MITO: En España se recicla muy poco papel.
DATOS: Recogemos para reciclar más del 70% del papel y cartón que consumimos.

MITO: Hay que utilizar sólo papel reciclado: sólo el papel reciclado es ecológico.
DATOS: Con el reciclaje se produce todo un ciclo de aprovechamiento de la fibra de madera.

«El papel es natural y renovable porque crece en los árboles. La madera que se utiliza para fabricar papel se planta y se cultiva en plantaciones que están continuamente regenerándose y replanteándose. Cada árbol que se consume provoca la plantación de, al menos, dos más. La Certificación Forestal (FSC y/o PEFC) garantiza al consumidor que esos productos forestales proceden de bosques gestionados de manera sostenible»